Meritxell Martí
Yo era la «peque» de una casa donde vivíamos siete personas y un perro. Entraba y salía gente sin parar. Cuando necesitaba silencio, me iba a leer y a comer galletas a un rincón del jardín. Pensaba en los orígenes del universo y en si quedaría alguna onza de chocolate en la cocina.
Me gusta ir a mi aire. De ahí me vino la idea de una pandilla de amigos del bosque que tiene un líder diferente para cada momento. Me encantan los personajes que no son ni buenos ni malos, aunque sí un poco tarambanas.
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