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El premiado autor Alejandro Palomas nos desvela lo que significa para él su primer álbum ilustrado

Un cerezo es el primer álbum ilustrado de Alejandro Palomas, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Sin duda, una historia emotiva y personal que, a la vez, despliega los temas que atraviesan su obra. Le acompañan las ilustraciones de Albert Arrayás, con esa sensibilidad tan característica de su obra que transporta al lector a mundos oníricos, donde la realidad, la imaginación y los sueños conviven en perfecta armonía.

 

«Un cerezo es para mí haber llegado a casa. Es saber que ahí arriba, en algún lugar entre el pasado y el futuro, hay un planeta con el nombre de quien sabe verlo. Es una verdad. Mi verdad». Así define Palomas su primer álbum ilustrado, con el que, asegura, se ha sentido «un niño contando y viendo ilustrar mis palabras. He sido y soy tan feliz con Un cerezo como no lo fui jamás de niño».

Un cerezo es el enternecedor y mágico relato de Gea y Yuki. Una historia de «amistad, generosidad y vulnerabilidad», como afirma el propio autor, donde la naturaleza cobra especial importancia. Un álbum con múltiples interpretaciones gracias a la fuerza poética del texto y de las ilustraciones, en el cual la verdadera amistad, la imaginación y la empatía son los protagonistas.

Un cerezo dialoga con el universo literario que el premiado autor ha plasmado en sus novelas. «Un día, hace un par de años, decidí que le regalaría a mi madre, a todas las madres y a todos los hijos, una historia creada por mí, que resumiera lo que es la vida y lo que es el destino», reflexiona Palomas. De una forma subjetiva llena de espiritualidad, Un cerezo nos invita a celebrar la vulnerabilidad y la fortaleza de la fragilidad propia.

«Un libro, un retal de vida, un rayo de luz entre lo que no se ve». Un cerezo es vuestro.

 

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