Carmen Saldaña, ilustradora: “Ver cosas bonitas y que me transmiten algo me motiva creativamente”
Sus tiernas y expresivas ilustraciones, inspiradas en la naturaleza, los animales y la vida salvaje, se han convertido en la seña de identidad de la ilustradora Carmen Saldaña, cuyos dibujos llenan algunos de los libros para niñ@s más exitosos de los últimos años. Hemos tenido la oportunidad de hablar con la joven artista, que nos habla de sus comienzos, de su pasión por la naturaleza y de cómo es trabajar para un público infantil, ¡y ha sido todo un placer! Esperemos que os guste la entrevista.
Cuéntanos un poco sobre tus comienzos. ¿Cómo y cuándo empezaste a dibujar?
La verdad que, como todos los colegas de profesión que conozco, llevo dibujando toda la vida. Tengo el recuerdo de ser muy pequeña y ya tener un lápiz en la mano.
¿Cuándo te diste cuenta de que podías convertir tu arte en una profesión?
No hay ningún momento concreto en mi vida en el que me quedara claro que iba a poder vivir de dibujar, ¡simplemente nunca he sabido hacer otra cosa!
Los animales son los grandes protagonistas de tus ilustraciones. ¿De dónde nace esa pasión por la naturaleza?
Yo siempre he vivido en ciudad y cuándo era pequeña me daban mucha envidia mis amigas que tenían casa en el pueblo o que veraneaban en el campo. Tengo un recuerdo muy claro de tener unos siete años y desear con todas mis fuerzas ir a un bosque que tuviera un río. Quizá mi amor por la naturaleza venga de la tremenda curiosidad que me provocaba todo lo relacionado con ella cuando era pequeña.
¿Cómo te inspiras a la hora de dibujar?
De múltiples maneras: una foto, ojear libros de ilustradores que me gustan… En general, ver cosas bonitas y que me transmiten algo me motiva creativamente.
¿Qué persona o personas te han influido más profesionalmente?
Más que una persona o personas en concreto, me ha influido mucho profesionalmente ir a charlas de ilustradores, conferencias, encuentros, ferias… De estas cosas siempre saco muchas cosas buenas que me enriquecen profesionalmente.
De todo tu trabajo, ¿hay alguna obra por la que sientas un cariño especial? ¿Por qué?
Le tengo mucho cariño a mi proyecto final del módulo de ilustración que hice en la Escuela de Arte de Oviedo. Era un álbum ilustrado y se llamaba ‘Pin el puercoespín’. Fue la primera vez que ilustré un libro entero y fui muy feliz haciéndolo. En los meses que pasé trabajando en él supe que ilustrar libros era exactamente a lo que quería dedicar mi vida.
¿Cómo afrontas la aventura de un nuevo proyecto?
Al principio con estrés y ansiedad. Una pequeña parte de mi siempre piensa que todo va a salir mal. Cuando domino a mi demonio interno, me relajo y el trabajo comienza a fluir.
¿Es más difícil dibujar para el público infantil?
Para mi no lo es, creo que porque yo misma soy bastante infantil. Nunca he llegado a crecer.
¿Qué crees que te diferencia de otros ilustradores?
¡Esta es difícil de responder! No lo sé, quiero pensar que lo más característico de mi trabajo son mis personajes, animales que son tiernos y a la vez expresivos. Y las texturas que uso en mis ilustraciones, que dan mucha vida y fuerza a las imágenes.
De cara al futuro, ¿qué proyectos tienes en mente?
Lo que realmente me gustaría es hacer un proyecto de libro totalmente personal, ilustrar una historia propia. Tengo muchas ganas de tener tiempo para centrarme en esto.
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