Susanna Isern, escritora: “Todos tenemos algún superpoder”
Susanna Isern es escritora, psicóloga y madre de tres hijos. Desde que su primer álbum ilustrado vio la luz, en la primavera de 2011, ha publicado más de treinta libros infantiles. Dos de sus obras han sido premiadas en Estados Unidos, donde obtuvo la medalla de plata en el año 2013 y en el año 2015 en los prestigiosos Moonbeam Children’s Books Awards. En la actualidad compatibiliza su pasión por la escritura con la psicología. Dirige el gabinete médico Aula Dédalo de Santander y es profesora de psicología del aprendizaje en la Universidad Europea del Atlántico.
En los últimos años la educación empieza a mirar decididamente hacia la educación emocional. ¿Qué aportan los libros infantiles?
Los libros infantiles aportan historias cuyos protagonistas viven diferentes situaciones en las que pueden verse reflejados los niños. La empatía que generan estos cuentos colabora a que los más pequeños crezcan en todos los sentidos.
¿Cómo se puede convencer a un niño, desde pequeño, a que ame la lectura, los libros?
Creo que hay que comenzar a crear el hábito desde muy pequeños y para eso es muy importante compartir con ellos la lectura de buenas historias, a ser posible, todos los días. El cuento de antes de acostarse me parece muy buena costumbre. Hablar un poco sobre lo leído, reflexionar… Es también una forma de enriquecer la lectura.
Por otro lado, es interesante que los niños vayan a menudo a las librerías y a las bibliotecas. Que se empapen de las imágenes, los colores, que hojeen muchos libros y que participen activamente a la hora de escoger uno para llevarse a casa. Sobre todo, es aconsejable enfocar la lectura como una actividad agradable, como un regalo. Y no como una obligación o imposición, ya que entonces corremos el riesgo de que los niños la rechacen.
En 2011 publicaste ¡Pilú, Pilú!, tu primer álbum ilustrado. ¿Qué supuso esto para tu carrera?
Supuso el inicio de un sueño que se hace realidad cada vez que nace un nuevo libro. Me siento muy afortunada. Cuando escribo soy feliz.
Seis años después, tienes más de 40 libros infantiles publicados en varios idiomas. ¿De qué es de lo que te sientes más orgullosa de tu trabajo?
El hecho de que hayan llegado libros míos a todos los continentes es increíble. Otra cosa que me emociona son las palabras y el cariño que, día a día, me hacen llegar los lectores.
Más de una de tus obras está protagonizado por Adriel, Marc y Yuna, tus hijos. ¿Qué hay de real detrás de tus cuentos? ¿Son sus hijos una importante fuente de inspiración?
Absolutamente. Sus ocurrencias, sus vivencias, sus preocupaciones, su forma de hablar y de expresarse… A menudo son la chispa que enciende la idea para un nuevo cuento.
Alguna vez has dicho que uno de tus sueños es poder escribir viajando. ¿Lo ves aún lejos o quizás, no solo en los cuentos, también se cumplen los sueños en la vida real?
Procuro pasar el verano viajando en familia, nunca me faltan varios cuadernos en la maleta. Sin embargo, no renuncio a la idea de poder vivir en otros países mientras sigo escribiendo historias. Ojalá pueda hacerlo en un futuro.
Ahora publicas ‘El gran libro de los superpoderes’. ¿Qué me puedes decir de este libro infantil?
A veces nos fijamos demasiado en las virtudes que tienen los demás y nos olvidamos de apreciar las propias. Todos tenemos algún superpoder, alguna cualidad que nos hace únicos. A través de este libro, espero que todos los niños y niñas identifiquen los suyos.
¿Cómo surgió la idea de escribirlo?
Sentí la necesidad de dar un valor especial al talento de cada uno y, poco a poco, nació la idea de crear un inventario de superpoderes, porque aquello en lo que destacamos es nuestro superpoder.
Además, es un libro educativo.
Es un libro con pequeñas y llamativas historias, increíblemente atractivo a nivel visual gracias a las fantásticas ilustraciones de Rocio Bonilla y a la cuidada edición de Flamboyant, que puede favorecer el autoconocimiento y mejorar la autoestima.
Hace no mucho también publicaste ‘Esto no es una selva’, en el que Paula, la prota, no para de decir ‘No’. ¿Crees que muchos de los padres e hijos lectores se verán reflejados en esa situación?
Imagino que sí porque la etapa de negarse a todo suele manifestarse en la mayoría de los casos. Yo misma tengo ahora en casa a una maravillosa “pequeña NO”.
¿Puede ayudar este libro a los padres a gestionar y superar esa etapa de todos los niños en el que el NO parece su palabra favorita?
A los niños hay que ayudarles a comprender el porqué de las cosas y a ser conscientes de que su colaboración es importante. De una forma divertida y un tanto alocada, esta historia nos habla de esa situación. Aunque para mí lo más importante es que este libro llegue a las casas para arrancar más de una sonrisa tanto a pequeños como a mayores.
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