Soledad Romero

Nací en la navidad del 77. «¡Es una niña!», gritó mi padre a mis abuelas, que esperaban en la salita del hospital. Aquella noche navideña brilló la luna llena, quizá por eso siempre me he sentido intensamente unida a ella. Crecí junto a mi hermana pequeña entre las bambalinas de los teatros; mi padre era actor y mi madre era bailarina.

La fantasía, los libros y las charlas en familia con galletitas de canela forjaron nuestra personalidad. Siempre hemos vivido en el bosque, rodeadas de árboles y acompañadas por perros y gatos que llegaban de la calle. Y sí, por supuesto que creo en la magia. Siempre fue así. ¡Siempre la sentí!

Ahora soy feliz escribiendo y creando libros junto a artistas que admiro. Mi misión es crear obras que despierten la curiosidad por el mundo que nos rodea y por nuestro interior, ese lugar que tendemos a olvidar y donde vive nuestra felicidad.

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